BIOCIDAS QUÍMICOS PARA EL TRATAMIENTO DEL AGUA EN INSTALACIONES

En muchas ocasiones desde ROGEMAR hemos hablado sobre el poder desinfectante de los BIOCIDAS o la normativa de algunos de ellos como las lejías. Pero hoy queremos contaros un poco más a fondo qué son, cómo se clasifican  y de qué manera actúan en los procesos de desinfección en una de sus aplicaciones mayoritarias.

ℹ Un biocida es un producto químico cuya formulación se utiliza para controlar eficazmente el crecimiento microbiano 🧫, evitando cualquier problema causado por éstos. Y es que los problemas causados por un crecimiento microbiano descontrolado pueden variar desde peligros para la salud, descomposición de productos químicos, desarrollo de biofilms (ya te contamos en un post anterior qué son los biofilms), pérdidas por transferencia de calor, corrosión, etc.

El uso de biocidas es común y necesario en productos de limpieza para la desinfección de superficies, pero también su uso es fundamental en el tratamiento de aguas, tanto en las canalizaciones municipales como en la industria. Es fundamental que se implementen protocolos de tratamientos biocidas correctos y se lleven a cabo controles regulares de la población microbiana en una amplia gama de sistemas, incluidos el agua potable 🚰, los servicios de desagüe, las aguas de proceso 🏭, sistemas de enfriamiento abiertos, circuitos cerrados 🔄, las aguas recreativas como piscinas o parques acuáticos 💦, etc.

Tan importante es el uso de biocidas en los tratamiento de aguas que, de hecho, el principal factor de su utilización se debe a la creciente demanda de agua potable 🚰 segura en los núcleos de población, pues se incrementa la necesidad de tratar y reutilizar el agua ante la escasez mundial. Los municipios tratan el agua para satisfacer la creciente demanda de agua potable de acuerdo con los requisitos reglamentarios, así como las industrias (y en primer lugar la Industria Alimentaria) hacen lo mismo en sus procesos de fabricación de productos comestibles y bebidas.

El control del crecimiento microbiano generalmente se logra asegurando que ✔ los sistemas se limpien con regularidad según sea necesario, ✔ evitando la contaminación de los sistemas y ✔ dosificando con un biocida de forma continua o mediante un programa de dosificación de choque.< si fuera necesario.

💥 – ¿Cómo se clasifican los Biocidas?

Los Biocidas, en función de su composición química pueden clasificarse dentro de dos tipos:

✅☑️ – Biocidas oxidantes

Son agentes capaces de oxidar la materia orgánica, por ejemplo, el material de la célula, enzimas o proteínas de los microbios que combaten, logrando de esta manera acabar con los microorganismos. Son biocidas oxidantes aquellos cuyos compuesto principal son, por ejemplo, el cloro y sus derivados como dióxido de cloro, Hipoclorito sódico, etc. el Bromo y sus derivados como el Bromuro de socio; el peróxido de hidrógeno o el ozono, entre otros.

Las ventajas de los biocidas oxidantes son: que pueden ser analizados fácilmente en la propia instalación; su coste y que son fáciles de neutralizar para la supervisión microbiológica así como en las aguas de vertido.

Por el contrario, como inconvenientes tienen que pueden ser corrosivos y, particularmente en el caso de los derivados del cloro y del bromo (con algunas excepciones tales como el dióxido de Cloro), su actividad biocida depende del pH y tienen poca penetración en el biofilm.

✅☑️ – Biocidas no oxidantes

Los Biocidas no oxidantes no actúan directamente atacando al material de la célula microbiana, sino que lo hacen principalmente impidiendo la reproducción de sus células y su respiración.

Como 𝘷𝘦𝘯𝘵𝘢𝘫𝘢𝘴, este tipo de biocidas cuentan con que, en su mayoría, no son corrosivos  y además son generalmente más estables y duraderos en el agua que los biocidas oxidantes.

Son Biocidas No Oxidantes, por ejemplo, los compuestos por Amonios Cuaternarios, de lo que te hablamos en este post:

¿Qué es el Amonio Cuaternario?

💥 – Pero… ¿Cuál es mejor usar

Por tipo de producto, se estima que el segmento de biocidas no oxidantes lidera el mercado mundial de biocidas para el tratamiento de agua en función del valor o el volumen. Esto se atribuye a su proceso asequible en comparación con los biocidas oxidantes.

De todas formas, la respuesta no es sencilla y, en todo caso, al seleccionar un biocida para su uso en un sistema de aguas se deben considerar una serie de factores que incluyen, entre otros:

👉 el tipo de microorganismo a tratar,

👉 el tratamiento a realizar (lavado de sistemas limpios, biocida en dosis de mantenimiento o biocida en dosis de choque),

👉 la eficacia del propio biocida contra los microbios presentes en el sistema,

👉 las condiciones ambientales,

👉 las características del agua, (temperatura, pH, etc.),

👉 el tiempo de contacto con el biocida utilizado,

👉 la normativa de uso aplicable en la instalación,

👉 etc.

En ocasiones se combinan distintos tipos de biocidas para conseguir un mejor rendimiento y evitar que los microorganismos patógenos adquieran resistencia a un mismo producto biocida. Por ejemplo, un programa de tratamiento con biocidas no oxidantes puede reforzarse utilizando dos biocidas en alternancia o simultáneamente. En general, son compatibles con el cloro y se obtiene un gran efecto sinérgico en algunas aplicaciones concretas.

La comercialización y el uso de biocidas que se utilizan para proteger a las personas y animales de organismos nocivos, está ampliamente regulado. Una de las principales normativas sobre de la disponibilidad actual y futura de biocidas activos en el tratamiento de agua y otras industrias es el Reglamento de Biocidas (Reglamento (UE) 528/2012) que recomendamos leer y que os dejamos a continuación:

🌐 https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:02012R0528-20140425&from=EN

🧑‍🔬👨‍🔬 En ROGEMAR desarrollamos y fabricamos compuestos específicos para el mantenimiento de la calidad de aguas para industria, así como limpiadores de circuitos de agua. Nuestros expertos aconsejan a nuestros clientes sobre ellos y su aplicación según el tipo de industria y necesidades que requieran para cumplir con la regulación y proveer un sistema de aguas seguro.