ESTA ES LA RAZÓN POR LA QUE SE POPULARIZÓ EL PLANCHADO DE ROPA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

¿Sabíais que durante la 1ª Guerra Mundial se hizo especialmente importante el planchado de los uniformes de los soldados?

El propósito no era ir guapos (aunque no cabe duda de que las prendas sin arrugas aportan una apariencia mucho más elegante incluso para un ejército), sino que tenían un fin mucho mayor, pese a la dificultad del momento que tenía planchar la ropa, teniendo que utilizar planchas de hierro calentadas directamente sobre una fuente de calor y que se enfriaban bastante deprisa… Pero claro, que aún no existían ni las planchas eléctricas ni nuestros suavizantes de uso profesional para lavanderías, con los que apenas hace falta planchar las prendas después 😁

De hecho, lo que se buscaba no era en sí que los uniformes lucieran lisos, sino precisamente aportar a las prendas una fuente de calor intenso. Y el objetivo era muy simple:

💥 Durante la Primera Guerra Mundial, las condiciones en los campos de batalla y los campamentos militares eran insalubres. En un momento en que las condiciones sanitarias eran precarias y las enfermedades se propagaban rápidamente, el planchado se convirtió en una herramienta vital para eliminar gérmenes y parásitos. Mantener la ropa limpia y libre de gérmenes era esencial para prevenir infecciones y enfermedades transmitidas por, pulgas ácaros, garrapatas o piojos, entre otros.

Precisamente los piojos eran una preocupación constante debido a su rápida capacidad de proliferación y, por tanto, de transmisión. Estos parásitos se alojaban en la ropa y el cabello de las personas, propagándose rápidamente en condiciones de hacinamiento y falta de higiene. Las altas temperaturas generadas por la plancha eran capaces de matar a los piojos y las bacterias que portaban. Al planchar la ropa, especialmente las costuras y los pliegues donde los piojos solían esconderse, se eliminaban los parásitos y se reducía la posibilidad de transmisión de enfermedades.

🦠 Una de las mayores enfermedades que sufrieron los ejércitos fue la del tifus epidémico, también conocido como fiebre de las trincheras. De hecho, según publica el doctor e investigador estadounidense Terence Chorba en su artículo ‘Conflict with Combatants and Infectious Disease’ el tifus mató a entre 2 y 3 millones de soldados y civiles en el Frente Oriental. Este tipo de tifus se caracteriza por fiebre alta, dolores musculares intensos, erupciones cutáneas y una debilitante fatiga. Los piojos infectados con la bacteria Rickettsia prowazekii eran los principales portadores de la enfermedad. Cuando los piojos se alimentaban de la sangre de una persona infectada y luego se desplazaban a otras personas, transmitían la bacteria y propagaban la enfermedad.

A pesar de la importancia del planchado para la eliminación de agentes patógenos, durante la Primera Guerra Mundial surgieron desafíos y limitaciones debido a la escasez de recursos y la difícil situación en los frentes de batalla. El acceso a combustible para calentar las planchas de hierro podía ser limitado, especialmente en áreas de conflicto. Además, la falta de agua y detergentes adecuados dificultaba la limpieza completa de la ropa antes de plancharla. Por el contrario, se implementaron también a la par medidas preventivas adicionales para controlar la propagación de enfermedades. Esto incluía el uso de polvos insecticidas y desinfectantes para tratar la ropa y el cuerpo, la fumigación de los espacios con productos químicos y el fomento de la higiene personal, como el lavado frecuente del cuerpo y el cambio regular de la ropa.

⌛️ Hoy en día estas enfermedades están mucho más controladas, aunque por desgracia aún quedan lugares en el mundo donde siguen siendo un problema. El control higiénico en las industrias hace que en nuestro entorno, por suerte, no sean un problema pero la seguridad nunca es al 100%, por lo que se hace totalmente necesario mantener unos estándares de calidad y limpieza siempre máximos. Algo para lo que en Rogemar trabajamos duro, creando los mejores limpiadores del mercado.

Y de lo que también estamos seguros es de que, si os cuesta demasiado tiempo las labores de planchado (y sobre todo si sois una empresa de lavandería que tiene que lavar y planchar grandísimas cantidades de ropa al día), tenéis que probar nuestros suavizantes. Tenemos toda una amplia gama para todo tipo de telas y prendas. ¡Preguntadnos!