¿A QUÉ AGENTES CONTAMINANTES NOS ENFRENTAMOS CON LA HIGIENE INDUSTRIAL? 🏭
Como ya te hemos hablado alguna vez, cuando hablamos de ‘Higiene Industrial‘ hacemos referencia al control de diferentes factores que pueden ocasionar enfermedades o accidentes entre los trabajadores. Todos estos factores son, en sí mismos, fuentes potenciales de contaminación ambiental y, como tales, están regulados por numerosa legislación. Pero empecemos poco a poco… antes de entrar en las leyes, hoy os vamos a contar un poco más sobre cómo se engloban los diferentes tipos de contaminantes, cómo identificarlos y qué riesgos conllevan. La principal forma de englobarlos es haciendo referencia a su naturaleza.
Así pues, existen tres tipos de agentes contaminantes: físicos, químicos y biológicos.
– Los contaminantes físicos son distintas formas de energía que pueden producir alteraciones en el medio y provocar daños en los trabajadores que están sometidos a ellas. Estas energías pueden ser de diferentes tipos y entre ellos destacan…
- los ruidos ( contaminación acústica) ,
- la iluminación artificial (contaminación lumínica) ,
- las fuentes artificiales de calor o de frío (contaminación térmica) , y
- las radiaciones electromagnéticas (contaminación electromagnética) , entre otras.
La exposición prolongada a contaminantes físicos pueden generar, en función de su naturaleza, problemas por pérdida de audición, mareos, retardo en los tiempos de reacción o problemas articulares (por ruido y vibraciones); conjuntivitis, quemaduras (por radiaciones ultravioletas e infrarroja) o rotura de tejidos internos (laser); deshidratación, hipotermia, congelación (por fuentes extremas de calor o frío), etc.
– Los contaminantes químicos son aquellos elementos constituidos por materia inerte cuyo estado y características fisicoquímicas les permiten ser absorbidos por el organismo humano y producir efectos dañinos para la salud si la cantidad absorbida (en función del tiempo transcurrido de exposición) es suficiente para ello.El número de este tipo de contaminantes puede ser enorme, siendo algunos de origen natural (arsénico, fluor, ceites, grasas ,…) y otras de origen artificial, creados por el hombre (pinturas, medicamentos, insecticidas, detergentes, …). En cualquier caso, sus vías principales de penetración son la respiratoria, la dérmica (incluida la vía parental, a través de heridas) y la digestiva.
Atendiendo a su forma molecular, los agentes químicos (que pueden cambiar su estado físico por una combinación de presión y temperatura) se pueden clasificar en:
- – ‘𝐋𝐢́𝐪𝐮𝐢𝐝𝐨𝐬’, que se convierten en ‘Vapores’ cuando se dan las condiciones adecuadas para ello.
- – ‘𝐆𝐚𝐬𝐞𝐬’, que se mezclan con el aire.
- – ‘𝐀𝐞𝐫𝐨𝐬𝐨𝐥𝐞𝐬’, que son dispersiones de partículas sólidas o líquidas (llamadas también ‘𝘕𝘪𝘦𝘣𝘭𝘢𝘴’) que no se mezclan totalmente con el aire, sino que se mantienen en suspensión. A su vez éstos se clasifican en:
‘𝘗𝘰𝘭𝘷𝘰𝘴’: partículas sólidas de tamaño pequeño procedentes de procesos de disgregación o mecánicos, suspendidas en el aire y que a su vez se clasifican en cuatro grandes categorías: partículas tóxicas, polvos alérgicos, polvos inertes y ‘fibras’, cuando la longitud de los agentes contaminantes son, como máximo, de hasta 3 veces su anchura.
‘𝘏𝘶𝘮𝘰𝘴’: partículas sólidas provenientes de procesos de combustión incompleta, de origen térmico, suspendidas en el aire.La exposición a contaminantes químicos puede dar lugar a múltiples afecciones sobre el cuerpo humano, desde más livianas como pueden ser: Irritación de la piel o las mucosas y alergias hasta algunas más importantes como alergias, asma, destrucción de los tejidos sobre los que actúa el tóxico, alteración pulmonar, depresión del sistema nervioso central, cáncer, modificaciones hereditarias y malformaciones en la descendencia en los peores casos con exposiciones muy prolongadas.
– Los contaminantes biológicos forman el tercer grupo de agentes que pueden provocar efectos contrarios para la salud. Son microorganismos y endoparásitos vivos (ya sean de origen animal, vegetal o derivados de éstos), susceptibles de causar efectos contrarios para la salud de los trabajadores, ocasionando procesos infecciosos, tóxicos o alérgicos. Según su naturaleza los contaminantes biológicos se pueden clasificar principalmente en:
Bacterias. Son microorganismos unicelulares que se pueden encontrar en cualquier organismo y generalmente no representan amenaza para la salud. Sin embargo, algunas de ellas pueden causar enfermedades graves si se ingieren a través de alimentos o agua contaminadas. Pertenecen a este grupo, por ejemplo, los agentes causantes del cólera, el tétanos, la salmonelosis, la tuberculosis, la fiebre de malta, etc.
Protozoos. También microorganismos unicelulares, aunque son menos comunes que las bacterias, son agentes infecciosos que generalmente provocan infecciones crónicas, en muchos casos leves (malestar general, abatimiento, inapetencia, diarrea líquida abundante, problemas a nivel renal, hepático y de las mucosas) o asintomáticas. Se caracterizan porque requieren el paso a través del sistema digestivo de un animal o humano para completar su ciclo de vida. Entre las especies de protozoos más importantes están: el ‘Toxoplasma Gondii’, el ‘Sarcocystis’ o ‘Entamoeba histolytica’.
Virus. Los virus son los agentes parásitos patógenos no celulares más pequeños que se conocen. Trabajan inyectando material genético en células sanas del huésped al que infectan, replicando de nuevo el virus en ellas y favoreciendo su propagación. Por tanto, no tienen capacidad para crecer o multiplicarse fuera de una célula viva. Entre ellos, podemos nombrar los agentes causantes, como no, del SARS-COV-2, de la hepatitis o el sida.
Hongos. Los hongos son formas de vida microscópica que presentan una estructura vegetativa. Estos organismos no pueden sintetizar sus propios nutrientes, por lo que se ven obligados a vivir como parásitos en los seres vivos y la mayor parte de las veces son inofensivos y no producen ningún tipo de infección, siendo las más frecuentes las infecciones superficiales como en la piel o las uñas.
Parásitos. Son animales pluricelulares -como las tenias, las lombrices o las sanguijuelas- con diversas fases en su desarrollo que suelen completar en diferentes seres vivos como huéspedes de éstos. Su transmisión puede ser realizada de diferentes formas (contacto por heces, consumo de agua o alimentos, etc.), provocando generalmente la absorción de nutrientes, infecciones que se muestran en picazón e irritación en zonas erógenas, insomnio, dolor de estómago, nauseas y, en casos crónicos, cuadros de desnutrición.
Cabe destacar que los contaminantes químicos y biológicos en numerosas ocasiones se entremezclan, siendo habitual que un mismo agente contaminado como el agua lo esté a la vez por agentes biológicos (virus, por ejemplo) y químicos (sulfatos, cloruros,…), siendo su método de transmisión por vía digestiva o respiratoria.
Como ves, aunque hablamos de ‘Higiene Industrial‘, los peligros contaminantes a los que puede estar expuesto un trabajador no es muy diferente a los que puede enfrentarse cualquier ciudadano en muchas otras circunstancias de su vida. Y por eso desde ROGEMAR estamos cerca, tanto de las industrias y negocios con nuestros productos de limpieza y desinfección para profesionales como del resto de población, con productos de uso doméstico.
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