LEJÍA O AMONIACO, ¿PARA QUÉ SIRVE CADA UNO?
Hace poco hemos hablado de la diferencia entre Limpiar y Desinfectar, y hoy queremos hablaros de los productos más comunes para este proceso. En el mercado existen muchísimos productos con diferentes características desarrollados para usos concretos, pero sin duda hay dos tipos que destacan entre todos: la lejía y el amoniaco. Sin embargo, a pesar de lo extendido que está su uso, en muchas ocasiones se utilizan mal.
Aquí te damos unas pautas, más sencillas ahora que sabemos qué es limpiar y qué es desinfectar:
Si tu objetivo es limpiar: utiliza amoniaco.
✔️ El amoniaco es un potente limpiador y desengrasante, por lo que sirve para quitar tanto la suciedad de las superficies como las manchas. Los limpiadores de amoniaco solo o formulados con otros ingredientes son los más utilizados y los que mejor rendimiento dan para la limpieza de la suciedad de una casa o establecimiento, así como para la limpieza de encimeras y azulejos de baño y cocina. Por su poder desengrasante es muy eficaz, además, en la limpieza de manchas de animales o de aceites vegetales. Y gracias a su rápida evaporación es muy utilizado en textiles acolchados, como sofás, colchones, etc. para quitar posibles manchas.
Si tu objetivo es eliminar bacterias o gérmenes: utiliza lejía.
✔️ La lejía es un biocida. Los biocidas son sustancias o mezclas que están compuestas por, o generan, una o más sustancias activas (incluidos los microorganismos) cuyo objetivo es destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la acción o ejercer un control de otro tipo sobre cualquier organismo nocivo por cualquier medio que no sea una mera acción física o mecánica.
Como tal, se utiliza para desinfectar, por ejemplo, en sanitarios o electrodomésticos, pero se debe tratar con cuidado y no usar en las superficies que entran en contacto con alimentos, en seres vivos o en metales como el acero inoxidable, ya que es muy corrosiva. La lejía es la única forma de eliminar los alérgenos de la colada a una temperatura inferior a 45ºC, permitiendo un ahorro de energía al utilizar temperaturas más bajas. Utilizada en la disolución en agua recomendada por el fabricante, sirve también para blanquear la ropa blanca, pero destiñe la ropa de color, y utilizada en mayor cantidad de la recomendada daña las fibras haciendo que se vuelvan amarillas.
¿Sabes ya qué productos utilizar en tu proceso de limpieza? Si tienes dudas coméntanoslas, en Rogemar ayudamos a nuestros clientes a seleccionar los productos más adecuados para su caso concreto sin compromiso.
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