¿EXISTE UN DESINFECTANTE PERFECTO PARA CUALQUIER CIRCUNSTANCIA?

La respuesta, aunque es compleja, seguramente sea que no. Pero, para entender esto hay que entender previamente los requisitos que hacen que un desinfectante actúe con mayor o menor eficacia sobre las superficies a desinfectar. Así que hoy os vamos a hablar sobre ello.

💥  Para que un desinfectante sea efectivo se deben cumplir una serie de condiciones ideales, tanto de la composición del propio producto, como de uso y ambientales. La cuestión es que muy difícilmente se dan a la vez todas ellas en el mismo momento, por lo que la elección de uno u otro desinfectante se deberá basar en la búsqueda de un equilibrio entre la actividad antimicrobiana del desinfectante, las condiciones externas y la seguridad para los usuarios y el medio ambiente.

En cualquier caso, para la elección de un desinfectante se deben considerar dos factores fundamentales:

✔️      La concentración mínima efectiva. Es decir, la concentración mínima necesaria con la que se consigue su efecto germicida para nuestras necesidades, en concreto.

✔️      El fenómeno de extensión de la acción desinfectante post exposición. Es decir, su capacidad de inhibición del crecimiento de los microorganismos después de haber terminado su aplicación directa sobre ellos.

¿Qué factores son los que más afectan a la eficacia de los desinfectantes?

Sin duda, valorar un desinfectante según 👉 su bajo o amplio espectro antimicrobiano (en función de su composición) y 👉  su velocidad de acción será clave a la hora de decidirnos por el desinfectante adecuado.

Según la EPA (Agencia de Protección Ambiental) un desinfectante es aquel que puede reducir las bacterias y microorganismos, en una superficie, en al menos un 99,9 por ciento. Una solución simple de agua y lejía, por ejemplo, puede ser un desinfectante válido para determinados patógenos, dependiendo de la concentración de lejía en la solución.

El hipoclorito de sodio (NaClO), que es el ingrediente básico de la lejía doméstica, es un desinfectante potente y ampliamente utilizado, eficaz incluso contra las cepas microbianas más resistentes y la Organización Mundial de la Salud lo recomienda como desinfectante para la prevención de riesgos específicos, incluidas las enfermedades derivadas de virus, así como para la desinfección de estancias hospitalarias. Y es el componente principal de algunos de nuestros desinfectantes, como LEJIMAR, DETERLEJÍA o CLOROLIT.

Las soluciones de alcohol, con un contenido de al menos un 70 % de alcohol, también son desinfectantes. Es el caso de BIOMAR SUPERFICIES, que contiene entre un 72% y un 78% de Etanol, muy utilizado en la Industria alimentaria para combatir bacterias (como Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Enterococcus hirae, Salmonella typhimorium, Listeria monocytogenes, Pseudomonas aeruginosa,…)  y virus (Poliovirus, Rotavirus, Adenovirus y Norovirus murino y virus con envoltura:  Coronavirus, VIH, Herpesviridae, Hepatitis B, C y D, Sarampión, Rubéola, etc.)

En relación a la rapidez de acción, generalmente se tiende a hablar de tres factores que influyen directamente en la velocidad con que tienen lugar las reacciones químicas que dan como resultado la desinfección. Estos son:

1️⃣ –       Concentración de las sustancias que reaccionan, es decir, la concentración de desinfectante y la cantidad de bacterias presentes. Además, la concentración depende a su vez, de otros dos factores:

la presencia de agua, que hace posibles la coagulación por calor y la ionización de sales bactericidas, actuando como disolvente y medio de arrastre de la suciedad despegada de la superficie por la acción del desinfectante.

Y la presencia de materia orgánica extraña. Algunos desinfectantes actúan combinándose con proteínas celulares. Si está presente en materia orgánica extraña, ésta también reaccionará con el desinfectante, reduciendo por tanto la eficacia del proceso de desinfección

2️⃣ –       Temperatura. Cuanto más alta sea la temperatura, mayos es el índice de destrucción microbiana. Es decir, un aumento de la temperatura aumenta también la velocidad de destrucción. Sin embargo, en muchas ocasiones los desinfectantes son menos estables a altas temperaturas.

3️⃣ –       PH. Variaciones de pH por encima o por debajo de un pH neutro (es decir pH con valor a 7) también afecta a la velocidad de desinfección, acelerando el proceso.

Pero, además, hay dos factores fundamentales que nunca se nos deben olvidar y que influyen el uno sobre el otro: La naturaleza y el tipo de microorganismo a destruir y el tiempo de exposición necesario del desinfectante para hacerlo.

Así pues, en muchas ocasiones, un desinfectante puede actuar contra un determinado patógeno en cuestión de pocos segundos, mientras que necesita un tiempo de exposición más largo para otro patógeno diferente. Por ejemplo, las paredes celulares de las esporas bacterianas son más gruesas que las de las células vegetativas, lo que las hacen mucho más resistentes al calor y a los desinfectantes químicos, siendo necesario un mayor tiempo de exposición al desinfectante.

Otros factores de decisión a la hora de elegir un desinfectante

Pese a que los anteriores son, sin duda, los más importantes factores de decisión en cuanto al poder desinfectante de un producto, a continuación os damos un listado de algunos otros que siempre viene bien tener en cuenta. Los desinfectantes más aconsejados son aquellos que:

▪️          No sean inactivados por sustancias orgánicas y sean compatibles con jabones, limpiadores y otros productos químicos.

▪️          Cuenten con la aprobación de las autoridades sanitarias.

▪️          No sean tóxicos para los usuarios.

▪️          Sean compatible con objetos y superficies, respetando las características de las superficies (no oxiden herramientas y superficies metálicas, no dañen o decoloren plásticos, gomas, etc.).

▪️          Sean respetuosos con el medio ambiente.

▪️          Sean fáciles de usar y tengan etiquetas con instrucciones claras.

▪️          Sean solubles en agua.

▪️          Generen una película protectora antimicrobiana en la superficie tras su aplicación.

▪️          Sean inoloros o con olores agradables.

▪️          Sean económicos.